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Dicen que un gato tiene siete vidas, pero su curiosidad innata puede llevarle a lastimarse en más de una ocasión, así que no está de más saber cómo actuar frente a cualquier tipo de emergencia.
No pretendamos que el gato se comporte como lo haría un perro, de forma sumisa. Si la gravedad de las lesiones no se lo impide, el gato se convertirá en peligroso: arañazos, mordiscos… serán su forma de decirte que no está para bromas, así que no intentes acariciarle para tranquilizarle y procura moverle lo menos posible.
La visita al veterinario es inexcusable, pues aparte de hacer el diagnóstico de la lesión y aplicar el mejor tratamiento, son los que mejor saben manipular al gato, sin poner en peligro su vida y su integridad física.
Botiquín para gatos: esto es lo que te hará falta para cuidar de tu gato:
-Gasas
-Termómetro digital
-Vendas
-Esparadrapo
-Agua oxigenada
-Olvídate de las medicinas. Que tome sólo las que le recete el veterinario,pues una simple aspirina podría causarle la muerte (aquí tienes nuestra entrada sobre el uso de medicamentos en gatos).
Intoxicación en gatos:
Protégele poniendo los productos tóxicos y las plantas peligrosas fuera de su alcance. Pero si el mal ya está hecho, acude al veterinario inmediatamente, llevando una muestra del producto o su envase.
Quemaduras:
Lava la quemadura con abundante agua y a lo sumo,recorta el pelo de la zona para que no toque la piel. No le apliques ningún tipo de pomada. La actuación inmediata del veterinario es fundamental para que tu gato se recupere.
Electrocución:
Acudir al veterinario cuanto antes. Si observas que el gato ha dejado de respirar, intenta reanimarle con un masaje cardiorrespiratorio. Para aprender a hacer uno, pregunta a tu veterinario de confianza.
Caída libre:
Aunque a simple vista tu gato no tenga síntomas de haberse roto nada, debes llevarlo al veterinario, pues podría padecer lesiones internas.
No le muevas innecesariamente, y si no hay opción procura no hacerlo de forma brusca. Observa sus encías. Si tienen aspecto pálido en lugar de sonrosado, probablemente sufra una hemorragia interna.
Insolación:
Si llegas a esta situación, mete al gato en agua fría. También puedes ponerle delante de un ventilador y si tienes hielo a mano ponle un cubito bajo las ingles y las axilas. Esto servirá como primeros auxilios, pero es imprescindible la visita al veterinario.
Atragantamiento:
Te darás cuenta de que ha ocurrido eso, pues el gato intentará vomitar con frecuencia o sufrirá una pérdida del apetito. Llévalo al veterinario a l a mayor brevedad.
Si resulta que el objeto le tapona las vias respiratorias, le debes practicar un masaje cardiorrespiratorio de urgencia (pregunta a tu veterinario cómo hacerlo).
Heridas leves:
Para pequeñas heridas o rozaduras que pueda tener, es importante que se limpie bien la zona (con suero fisiológico, a poder ser) y que se eche un antiséptico, por ejemplo Betadine. Tras su aplicación, debemos vigilar al gato para que no se lama el Betadine. Si no mejora o si el sangrado es abundante, es importante ir al veterinario.
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