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  • Katuetxe Hernani

Dieta BARF: una alternativa natural (Parte I)



Buenos días familia katuetxera. Hoy os traemos una información que nos parece de lo más interesante. Una alternativa a los alimentos comerciales procesados que está cada día más extendida y que, en muchos casos, se considera la óptima para la alimentación de nuestras mascotas: la dieta BARF.

Antes de empezar nos gustaría remarcar que este post es solo una pequeña aproximación para daros a conocer este tipo de dieta, y que en cualquier caso es importante que consultéis con vuestro veterinario o con los expertos en este tipo de alimentación si os decidís a dar el paso.

Hoy hablaremos un poco de qué trata la dieta BARF y en otro post os daremos las pautas y recomendaciones para poder realizar el cambio de dieta de forma efectiva y sin riesgo para nuestros peludos.

¿QUÉ ES LA DIETA BARF?

Se llama dieta BARF a la práctica de alimentar a los animales domésticos con una dieta de alimentos crudos que sean biológicamente adecuados para ellos. Es decir, es aquella dieta basada en carne, huesos y vísceras crudas que imita la comida de un animal salvaje al igual que hacían sus antepasados salvajes.

El propio nombre de la dieta es un acrónimo que define bien de qué se trata:

B.A.R.F. Biologically Appropriate Raw Food o Bones and Raw Food

A.C.B.A. Alimentación cruda biológicamente adecuada /Alimentos crudos biológicamente adecuados. Comida cruda similar a la que comían sus antepasados salvajes.

Si buceáis dentro de este mundo veréis que hay distintas propuestas, pero la base es siempre la misma.

Este tipo de dieta es una alternativa a los alimentos comerciales o comidas caseras con suplementos. Fue desarrollada por Ian Billinghurst, un veterinario australiano, según el cual la dieta tiene que contener el mismo equilibrio y tipo de ingredientes que consumían los antepasados salvajes de los animales domésticos. En el caso de perros y gatos sería carne con grasa, vísceras, huesos carnosos, verduras, y complementos que imiten a esa presa típica. Su composición es fundamentalmente:

-un 60-80% huesos y carne crudos

-un 20-40% fruta, vegetales, huevos y vísceras.

En gatos hay que tener en cuenta que el porcentaje de proteína de procedencia animal tiene que ser más elevada. Además, no necesitan mucha fibra y se recomienda en torno al 5% de componentes vegetales en la dieta.


ARGUMENTOS A FAVOR

La justificación principal para este tipo de dieta es que una alimentación adecuada para un ser vivo es aquella en la que consume alimentos para los que ha evolucionado y está diseñado para consumir y procesar. En este sentido, a pesar de la domesticación los perros y los gatos siguen siendo carnívoros. Necesitan un alto aporte nutricional de proteina animal que los piensos comerciales no pueden proporcionarles, pues son productos cuyo contenido se basa en un alto porcentaje de cereales.

Si profundizamos un poco, podemos ampliar los argumentos a favor de la dieta BARF. Por un lado, cuando los alimentos comerciales son procesados se someten a altas temperaturas y esto hace que pierdan nutrientes que luego deben ser suministrados como suplemento. A pesar de usar de todo, el valor nutricional de estos suplementos es mayor en la alimentación cruda.

Por último, tras alimentar durante mucho tiempo a nuestros peludos con alimentación comercial, se han descubierto la aparición de enfermedades que no se conocían y que se relaciona con este tipo de alimentación. Por ejemplo, se habla de bacterias que pueden causar problemas, bien derivadas de los restos que se quedan en los dientes cuando consumen alimentos secos o enlatados, o bien las que provienen de cereales que los estómagos de estos animales no están preparados para digerir y procesar.

Algo parecido pasa con la comida cocida. Hay que tener en cuenta que los perros y los gatos han pasado miles de años evolucionando con un consumo de carne cruda y alimentos no procesados. Su sistema digestivo está más que preparado y puede obtener una mayor cantidad de nutrientes que si cocemos la comida.

Todos los argumentos que hemos visto parecen defender la dieta BARF bajo una justificación más que evidente. Pero veamos también los beneficios que esta dieta aporta a nuestros peludos.


BENEFICIOS

Entre los beneficios de este tipo de alimentación podemos encontrar los siguientes:

-El aspecto general del animal es mejor: pelo más brillante y suave, piel más saludable, mayor masa y tono muscular… y también mejoran internamente con un corazón más fuerte y unas articulaciones más flexibles. Esto último se debe a los ácidos grasos de los alimentos crudos que nutren las articulaciones y mantienen su flexibilidad.

-Tienen una mejor salud dental con dientes más limpios, menos sarro, disminuye el mal aliento…

-El sistema inmunológico también es más fuerte. Disminuyen las alergias y las enfermedades del sistema digestivo, diabetes…

-También tienen más energía y una mayor actividad. Los perros y los gatos no metabolizan bien el exceso de carbohidratos de los alimentos comerciales y se convierten en grasa lo que se traduce en una menor actividad. Con más proteína y reducción de carbohidratos se aumentan la masa muscula, disminuye la grasa corporal y aumenta la actividad.

-Por otro lado, se da un enriquecimiento conductual derivado de la actividad de estimulación mental al procesar un cadáver simulada al darle huesos con carne adherida.

-La reducción de hidratos de carbono también supone una mejor digestión, ya que no los metabolizan bien. Las heces menor tamaño y huelen menos.

En general un cambio a la dieta BARF se traduce en animales más sanos, fuertes y que enferman menos.

EL ANTEPASADO SALVAJE DEL GATO, SU HÁBITAT Y ALIMENTACIÓN

Visto sobre los argumentos y los beneficios sobre la dieta BARF tenemos que preguntarnos cuál es el tipo de alimentación natural de un gato. Para entenderlo tenemos que conocer un poco su origen y remontarnos a su antecesor salvaje.

Gracias a diversos estudios de ADN y morfología de los restos arqueológicos hallados, se cree que los gatos domesticados descienden del gato salvaje Felis silvestris lybica, que se encuentra en la zona norte de África y Oriente Medio.

Este gato salvaje se caracteriza por vivir en un hábitat de desierto y basa su alimentación en pequeñas presas (ratones, ratas, insectos, pájaros pequeños…). Allí escasea el agua y su principal fuente de hidratación proviene de la humedad de la carne fresca y la sangre de las propias presas. Eso podría explicar por qué el gato doméstico no se caracteriza por beber mucha agua. Su domesticación se estima que se originó hace menos de 10 000 años, genéticamente no parecen haber variado mucho y al igual que mantienen intacto su instinto cazador, lo mismo ocurre con su sistema digestivo.

Con todos estos datos podemos llegar a la conclusión de que el gato es un carnívoro obligatorio con una dieta basada en gran medida en proteína animal. Por herencia genética no suelen beber agua sino absorber la humedad necesaria a través del consumo de presas. Por lo tanto, su alimentación debe tener como ingrediente principal carne cruda, una alimentación húmeda en gran medida, sin cereales y baja en hidratos de carbono.

Todas estas características parecen corroborar la idoneidad y la importancia de la dieta BARF en el caso específico de los gatos. Como ya hemos comentado, los alimentos comerciales procesados se basan fundamentalmente en cereal y al ser un alimento seco no proporcionan más que un 10% de humedad aproximadamente. Por un lado, el cereal brilla por su ausencia en la dieta natural de los felinos y además el gato por costumbre no obtiene la mayor parte de su hidratación bebiendo. Una dieta para gatos basada en piensos puede derivar, por tanto, en el desarrollo de problemas del sistema urinario.

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