Cada vez son más las personas concienciadas con el cuidado y el respeto por los animales que necesitan cuidados especiales.
La adopción de un gato que padece alguna discapacidad, como la ceguera, la cojera, la sordera, la amputación de algún miembro, el virus de inmunodeficiencia felina o la leucemia, conllevan más gastos económicos y más dedicación. Pero quienes viven la experiencia la califican como satisfactoria, ya que aseguran que estos gatos son muy agradecidos y cariñosos.
PAUTAS PARA CUIDAR A UN GATO ENFERMO O CON DISCAPACIDAD
Los gatos que llegan a casa y padecen alguna patología o una discapacidad necesitan, al igual que los gatos sanos, un tiempo de adaptación a su nuevo hogar. Sus dueños pueden contribuir a que se sientan cómodos,integrados y felices en casa con sencillas pautas como:
Concederle su propio espacio o intimidad para que tengan margen para acostumbrarse a su nuevo entorno.
Tener en cuenta la naturaleza y circunstancias del gato enfermo o discapacitado para facilitarle el material que le permita desarrollar su actividad diaria, de forma que si su movilidad es reducida, su comedero, bebedero, cama o arenero se puedan ubicar en zonas de fácil accesibilidad.
Solicitar la supervisión del veterinario, si el gato precisa de un tratamiento para mantener los síntomas de su enfermedad bajo control.
Mucho cariño, caricias y paciencia son ingrediendes fundamentales para que el gato se sienta cómodo.
A continuación te ponemos más pautas para específicas para cada discapacidad; aunque, como siempre, te recordamos que estas son unas pautas genéricas, y que tu veterinario de confianza te dará instrucciones más precisas para tu gato:
SORDERA Y CEGUERA
La sordera y la ceguera son dos enfermedades que pueden sufrir nuestro gato.
En el caso de la sordera, un gato que oiga bien girará la cabeza en dirección del sonido y orientará sus orejas también hacia donde provenga ese ruido, por lo que un animal que no presente este comportamiento puede sufrir sordera. Si es de carácter permanente, puede tratarse de una enfermedad génetica, originada por infeccones en el oido interno a causa de problemas degenerativos. Por otro lado, si la sordera es temporal, puede llegar a través de una infección de oído, por parásitos o por un tapón de cera.
Si nuestro gato sufre sordera, deberemos cuidar más si cabe su seguridad, evitando situaciones que puedan ser peligrosas para él. Además, sustituiremos los sonidos por signos hechos con las manos. Estos deben ser claros, fáciles de reconocer y los usaremos de manera sistemática. Por la noche, podemos hacernos con una linterna que indique al gato. También podemos ponerle un collar donde indique "soy sordo" y para mayor seguridad limitaremos su zona de recreo a un jardín cerrado.
En el caso de la ceguera, la visión puede disminuir progresivamente debido a varios motivos, como puede ser la vejez. Si tu gato tiene problemas visuales, probablemente los compensará potenciando otros sentidos, sobre todo el olfato.
Para llevar su vida de la mejor manera posible, es importante hablarle, más a menudo y poniendo acento a las inflexiones de voz cuando nos dirigamos a él.
Tampoco le deberemos dejar pasear libremente, ya que se desorienta con mucha facilidad.
Un gato ciego utiliza su olfato y su memoria para llevar a cabo sus actividades cotidianas, así que no se deben mover los muebles y su cama y sus recipientes de comida y agua se tendrán que mantener en el sitio de siempre.
EXTREMIDAD AMPUTADA
En este caso es cuando tenemos que dedicarle una atención especial para cuidar la herida de la amputación, pero sobre todo, para brindarle ese cariño que necesita hasta que se habitúe a su nueva vida con independencia. Lo primero que deberemos hacer es seguir todas las pautas e indicaciones dadas por el veterinario para que el animal se recupere bien y pueda hacer su vida con normalidad.
Para que su vida sea lo más normal posible, estas son unas pocas recomendaciones:
-Mantén su cama limpia y la habitación aireada.
-Acerca el comedero y bebedero a la zona donde esté.
-Coloca rampas donde el gato lo necesite para facilitar su rutina y vida.
-Evita que engorde.
-Ten mucha paciencia y dale mucho amor.
Como podéis ver, un gato con discapacidad necesita algo más de paciencia y cuidado, pero también os queremos recordar que son gatos que también necesitan familias y que suelen pasar desapercibidos. ¿Por qué no ayudar a uno?