Solemos asociar la alimentación a la felicidad de nuestros felinos y no es así. La obesidad en los gatos es un problema y es que en muchas ocasiones no nos lo tomamos en serio. Esto puede suponer un gran error que puede desencadenar en otras patologías.
La obesidad felina es una enfermedad crónica que suele afectar al 40% de los gatos domésticos principalmente. La obesidad supone un desequilibrio en una cadena de acciones en los felinos:
La obesidad consiste en una acumulación excesiva de grasa corporal, sin embargo, no podemos confundirlo con sobrepeso pues son dos cosas totalmente diferente.
Tal y como vemos, esta patología condiciona al animal a una situación grave que puede conllevar a la aparición de otras enfermedades como:
- Diabetes.
- Hipertensión.
- Insuficiencia respiratoria.
- Enfermedad articular.
- Cáncer.
Son muchas las enfermedades asociadas a la obesidad, sin embargo, lo peor de todo ello es que puede desencadenar en una menor esperanza de vida en los felinos. Ahora bien, existen factores de riesgo que de alguna manera nos pueden ayudar a tener en cuenta para tratarlos adecuadamente con ayuda de profesionales.
La edad: la obesidad tiende a estar más presente entre los 5 y 11 años. Sin embargo, alrededor de los 2 años se considera ideal tomar medidas preventivas para controlar el riesgo de obesidad.
La esterilización: Es la causa principal de la obesidad, pues las consecuencias metabólicas de esta operación agravan la situación.
La raza: Los gatos comunes o mestizos tienen una mayor tendencia a ser obesos, ahora bien, hay determinadas razas que también están predispuestos a esta patología.
El ambiente: es decir, el hábitat, aquellos gatos que viven en un piso sin acceso al exterior son los más afectados por la obesidad. Otro dato curioso, aquellos gatos que conviven con perros están más protegidos a sufrir esta enfermedad.
La actividad: en relación con el ambiente, los gatos que no puedan realizar actividades al aire libre tienen un mayor riesgo.
La alimentación: es también uno de los principales factores a tener en cuenta.
Otro factor que debemos mencionar es que aquellos felinos que viven en las calles tienden a estar en un mayor movimiento ya sea jugando, cazando, explorando… En cambio, los gatos domésticos se adaptan al comportamiento del propietario dependiendo de ellos -en cierta medida, pues sabemos que también les gusta ir a su rollo-.
Así pues, debemos saber tratar la obesidad y es fundamental la asistencia veterinaria y el compromiso de los propietarios. No es un proceso fácil y puede durar muchos meses, pero es imprescindible cambiar algunos de los hábitos de la vida del gato generando un estivo de vida más activa.
Así es la vida de los gatos y es en esa cadena donde debemos intervenir, aumentando el tiempo en el juego. El juego es una actividad necesaria en la vida de los gatos, que nosotros juguemos con ellos estimula y fomenta su actividad mental y física.
Es muy importante la interacción que nosotros les ofrecemos a nuestros gatos, darles diariamente atención, jugar con ellos... les estimula a estar más activos y a querer estar en un mayor movimiento.
En cuanto a la comida, hoy en día existen comederos interactivos que pueden ayudar a regular el apetito y reducen así la ansiedad por la comer.
Espero que con este post te hayamos ayudado un poco, es muy importante que no confundamos comer con felicidad, muchas veces los gatos terminan sobrealimentándose por aburrimiento.
Es erróneo pensar que los gatos gorditos son más felices. ¡Cambiemos eso!
ENLACES