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  • Katuetxe Hernani

Vínculo humano-gato y cómo reforzarlo

Se dice que los gatos no son fáciles de entender, y es que hay que aprender a interpretar su lenguaje. Una vez que aprendemos a prestar atención a las señales adecuadas, no nos será difícil que nuestra relación con nuestro peludo favorito mejores, y a continuación te damos algunas pautas para ello:

Su espacio


Como te explicamos en esta entrada sobre el plan MEMO, para que un gato sea lo más feliz posible, es muy importante adaptar los espacios a sus necesidades. Y nos gustaría recalcar que son necesidades, y no caprichos.


Los gatos disfrutan de tener su propio espacio, por lo que deberían disponer de un espacio que sea de ellos (una cuna, por ejemplo), en un espacio apartado donde se puedan sentir tranquilos y a salvo.


Además, necesitan tener su arenero, y un espacio para comer, y que ambos espacios no estén cerca, ya que a nosotros tampoco nos gustaría comer en el WC.


Aquí puedes leer más sobre cómo adaptar el espacio del gato para que esté lo más a gusto posible.

Su tiempo


Los gatos son animales de rutinas, como explicamos aquí. Por ello, les cuesta adaptarse a los cambios, y un cambio de casa o de convivientes pueden suponer un factor al que adaptarse, por lo que es importante cuidar las pautas y darles su tiempo y su espacio.

También es importante conocer el carácter de nuestros gatos. No hay dos iguales, como no hay dos personas iguales. A algunos les encanta estar todo el rato encima de nuestras piernas, habrá otros que sólo se acerquen en momentos puntuales, u otros que quieran estar con nosotros todo el rato, pero a los que no les gustan los mimos. No podemos pretender que los gatos tengan un carácter concreto, y si lo que buscamos al adoptar a uno es un gato de determinadas características, podemos pensar en adoptar un gato adulto, ya que podríamos conocer su carácter de antemano.


Sus movimientos


Los gatos se comunican mediante el lenguaje no verbal, y tendremos que acostumbrarnos a entender qué quieren decir para mejorar nuestra relación con ellos.


Si un gato tiene los ojos muy abiertos, suele significar que siente curiosidad por algo o que está contento, aunque si tiene las pupilas dilatadas, querrá decir que quiere cazar o atacar (podemos verlo al jugar con ellos, cómo al moverse el juguete se les dilatan las pupilas).


Si al mirarnos o al acariciarle tiene los ojos entrecerrados, es que nos está sonriendo, y si nosotros le hacemos lo mismo mientras le miramos, le sonreiremos de vuelta.


Si nuestro gato restriega su cara contra nosotros o contra los objetos de la casa, es porque los está marcando, y es buena señal. Los gatos son animales territoriales que necesitan tener su olor en su casa para sentirse a gusto, y lo consiguen esparciendo feromonas. Las feromonas son sustancias químicas que secretamos los seres vivos, y en este caso, los gatos tienen unas glándulas en los lados de las caras que las producen, y así van dejando su olor por su hogar.


La cola también nos dará señales de cómo se siente. Si su cola se mueve mucho, puede representar descontento o ansiedad, le puede ocurrir cuando vea una presa (una mosca o un pájaro a través de la ventana, por ejemplo) y no pueda cazarla. En cambio, si la cola está tiesa y recta, pero tuerce la punta hacia un lado, quiere decir que lo que ha visto le resulta interesante (por ejemplo, si le mostramos su comida). Por último, como ocurre con los perros, si va con la cola casi tocando el suelo, es indicativo de que está en actitud sumisa, o que está triste o que no se siente bien.


Consejos prácticos para tener una buena relación con tu gato


-Sé paciente con tu gato y aprende a entender sus señales.

-Dedícale tiempo: tu gato necesita ejercicio y jugar con él reforzará los vínculos. Para ello, utiliza un juguete específijo, nunca las manos (ya que podría acostumbrarse a arañarlas).

-Si hace algo mal, no le pegues ni le grites, ya que podría cogerte miedo. Puedes consultar con tu veterinario la mejor forma de reconducir su conducta.

-Si quieres que esté contigo, dale su espacio. Vendrá cuando se sienta a gusto, y siempre puedes fomentarlo mediante algún premio o poniendo su manta favorita a tu lado.

-Respeta el carácter de tu gato: si no le gusta estar en brazos, y no paramos de cogerlos en brazos, eso no fomentará que quiera estar con nosotros y que tengamos buena relación.

-Respeta su espacio: a los gatos les gusta tener dónde esconderse siempre, por si hay que huir (algo tan simple como el timbre de la casa puede hacer que se escondan), por lo que hay que darle un espacio seguro y cuando se esconden, darles tiempo para que salgan. No le molestes cuando esté haciendo sus necesidades, ni tampoco cuando está dormido.


En resumen, como en todas las relaciones, uno se tiene que adaptar al otro. Si sigues estos consejos, estamos seguras de que tu relación con tu gato mejorará mucho.


Fuentes:

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